Desde el pasado 18 de abril del año 2011, donde el municipio de Útica sufrió uno de los episodios más dramáticos de su historia debido a una avalancha de la quebrada Negra, que afectó el 80% del casco urbano, los Ingenieros Militares del Batallón de Ingenieros de Atención a Desastres No.80 General Álvaro López Vargas, adscritos a la Brigada Especial de Ingenieros, se encuentran realizando diferentes trabajos en este municipio, construyendo solidaridad mediante obras de prevención y mitigación del riesgo.
Entre estos trabajos solidarios se destaca la adecuación del cauce de la quebrada que provocó este desastre, la remoción de lodo que cubrió gran parte de este municipio, la entrega de ayuda humanitaria a personas afectadas, la construcción dos puentes peatonales de emergencia, reemplazando una anterior estructura afectada por la avalancha, la construcción de un muro de contención en bolsa creto que evitará futuras avalanchas, y de igual manera la demolición y remoción de escombros de la escuela urbana Manuel Murillo Toro, que fue afectada por la precipitación y en su lugar, la adecuación de aulas temporales para los niños y adolescentes de Útica.
1524 ayudas humanitarias se entregaron en la zona a las personas afectadas, entre kits cocina, aseo y noche, en coordinación con la Defensa Civil de Cundinamarca, beneficiando a más de 2000 personas que cuando sucedió la avalancha, perdieron gran parte de sus pertenencias. La avalancha de la Quebrada Negra no solo afectó a los habitantes que tenían viviendas cercanas a la misma, sino que también arrasó con dos puentes que permitían el paso de peatones, carga y semovientes, a lo que los Ingenieros Militares respondieron de manera oportuna.
Uno de estos puentes fue construido sobre la Quebrada Negra en el sector Las Brisas y el segundo sobre la quebrada Terama, beneficiando a más de 200 familias campesinas pues gracias a este puente pueden sacar sus productos a las cabeceras municipales y así que sus economías no se vean afectadas a falta de un paso adecuado.
«Con la avalancha de la quebrada, nos quedamos sin paso los que vivimos en las veredas» dice Luz Marina González, habitante de una vereda aledaña al municipio «Por eso cuando nos pudieron los dos puentes fue como una bendición, porque ya podíamos ir de un lado a otro, mi hermana vive en Útica propiamente y ya podía seguirla visitando, traer a los niños al colegio temporal que construyó el Ejército»
Con la avalancha del año 2011, la Escuela Manuel Murillo Toro quedó prácticamente sepultada en el lodo, con sus cimientos afectados dada la situación y fue una fortuna que esta avalancha no ocurriera en un día escolar. Lo que quedó de esta estructura se convirtió en una amenaza latente para los estudiantes al poseer altas probabilidades de colapsar, significando además que niños y adolescentes de Útica se quedaran sin un sitio para estudiar.
Para evitar mayores tragedias, los Ingenieros Militares demolieron 280 m3 de concreto y ladrillo y adecuaron en su lugar, 10 carpas de 12 metros por seis metros, procurando unas aulas temporales para los niños de primaria y secundaria de esta institución para los 670 alumnos que se quedaron sin recibir clases a raíz de la afectación a la escuela.
«Cuando sucedió la primera avalancha, la escuelita quedó bajo lodo en gran parte, las paredes, el piso, mucho quedó sepultado» afirma Pedro Nieto, habitante de Útica. «Mis hijos duraron varios meses sin estudio porque no había donde, afortunadamente se pudo resolver esta situación de manera provisional gracias a las aulas que construyeron los Ingenieros Militares, y aunque no es el espacio ideal, es una solución mientras el gobierno nos ayuda con otra escuela»
Pero sin duda, uno de los trabajos que garantizaron la seguridad de Útica fue el muro de contención realizado en muros de bolsa creto en diferentes zonas del municipio, así como el fortalecimiento del jarillón y el aumento de la sección hidráulica de la quebrada, removiendo aproximadamente 9.350 m3 de material de arrastre, rocas y sedimentos del cauce, beneficiando a más de 500 habitantes del casco urbano.
Todas estas obras han contribuido al bienestar y seguridad de los 4.300 habitantes de Útica. Los trabajos de los Ingenieros Militares probaron su calidad el día 5 de mayo cuando en horas de la madrugada, se presentó un cauce de la quebrada Negra donde, gracias al muro de contención y a las construcciones de mitigación y prevención, esta situación no pasó a mayores.
«Estas obras significan mucho no solo para el Batallón sino también para todo el Ejército, pues mediante estas construcciones podemos salvar la vida de miles de personas y la comunidad de este municipio está muy agradecida» afirma el Teniente Coronel Jesús Alberto Gómez Reyna, comandante del Batallón de Atención a Desastres No.80 «Ver que desde que se presentó la primera emergencia en el año 2011, los únicos que han estado ahí presentes han sido los Ingenieros del Ejército, con las obras que hemos adelantado y todas las ayudas. Todo este accionar ha sido fundamental para que las personas de Útica puedan estar tranquilas y no vivir en esa zozobra y miedo que otra avalancha los pueda afectar, pues gracias a las obras que hemos realizado, hemos garantizado la seguridad del pueblo al soportar el embate de la aguas»