Ingenieros Militares adscritos al Batallón de Ingenieros de Desminado No.60 “Coronel Gabino Gutiérrez” pertenecientes a la Brigada Especial de Ingenieros del Ejército Nacional, se encuentran avanzando en el trabajo de desminado humanitario en el municipio de Samaná, al nororiente del departamento de Caldas.
Este territorio, rico en producción agrícola como café, panela y madera, se vió crudamente afectado por la presencia de los grupos narco terroristas, quienes usaban esta zona como paso obligado para el departamento de Antioquia, sembrando minas antipersona a su paso y así, destrucción, muerte, zozobra y desplazamiento para los habitantes de la región, en su mayoría campesinos y personas humildes y trabajadoras. El éxito de la comercialización de los productos agropecuarios de la zona, radica en la salida comercial hacia los municipios de La Dorada y Manzanares, caminos infestados de minas antipersona, poniendo en peligro a la población entera.
“Nos prohibían transitar de noche por los caminos y trochas, porque estaban minadas” afirma Neftalí Madrigal, campesino de 52 años y padre de ocho hijos. “Vivíamos con esa permanente incertidumbre de ser en cualquier momento, una posible víctima de esas trampas o minas, como le llaman.” Al vivir esta angustiante situación, tuvo que abandonar su finca, ir a la ciudad con la esperanza de conseguir un trabajo para sostener a su familia y tener que dejar todo lo que había conseguido con el sudor de su frente y su trabajo constante en el campo. Pero era la ciudad o seguir en su finca, con el temor de saber de la existencia de esos límites invisibles que le impedían transitar libremente por su tierra.
“No se podía caminar seguro por ningún lado, en cualquier momento el temor de una explosión, porque ya había pasado” afirma uno de los habitantes de las veredas aledañas que prefiere mantener su nombre en reserva. “Hay una cancha en Yarumal pero por ahí no se podía pasar, era algo común escuchar las explosiones y ver vecinos heridos por culpa de esas minas”
Según el diario La Patria, el 2 de diciembre de 2005 se detectaron 34 artefactos explosivos y se desactivaron 58 más en áreas cercanas a la escuela de la vereda, y se registran 174 víctimas desde 1990 en la zona de Caldas, lo que demuestra el acto alevoso de las organizaciones narco terroristas al momento de llenar los campos de Colombia con estas armas silenciosas y letales.
Por eso, las unidades de desminado de los Ingenieros Militares continúan avanzando durante el 2013 interviniendo directamente en sectores como La Sombra, El Consuelo y la Esmeralda, trabajo que adelantan desde hace aproximadamente dos años, cuando el PAICMA (Programa de Acción Integral Contra Minas Antipersona) priorizó esta zona del eje cafetero y dió luz verde para que los pelotones del Ejército Nacional pudiesen iniciar su trabajo, trabajo que hasta el momento arroja como resultados el despeje de 38.795 metros cuadrados, la neutralización de 17 artefactos explosivos improvisados y de una munición sin explotar, previniendo que más campesinos y menores de edad sean víctimas de este flagelo.
De igual manera, también se priorizaron cinco zonas a intervenir en Samaná : la cabecera municipal compuesta por 62 veredas, el corregimiento de Florencia en el que se encuentran 55 veredas, el corregimiento de San Diego con 38 veredas, el corregimiento de Berlín con 17 veredas y el corregimiento de Encimadas, con 11 veredas que lo componen. Gracias al arduo y sacrificado trabajo de los Ingenieros del Ejército, más de 30 familias campesinas han retornado a sus fincas.
Esta es la recompensa de los héroes del Ejército Nacional a través de los Ingenieros Militares del Batallón de Desminado No.60 y la unidad Bélgica 4, que con su labor de desminado humanitario, arriesgando sus vidas continuamente, pueden devolver la tranquiilidad y confianza a la población campesin, permitiendo que dejen las ciudades a las que han tenido que desplazarse manera forzosa y regresen a sus campos a sembrar paz para sus hijos y las generaciones venideras.